
Dios quiso que mi primera estación de penitencia con mi hdad. empezara con muchos nervios, estábamos apunto de no salir por riesgo de lluvia. Al final decidimos salir y todo iba como la seda, pero cuando pasábamos por san benito, el cielo dijo -hasta aquí!!- y a partir de entonces empezó la gran tromba de agua que venia acechando.
El domingo de ramos, retomamos el camino de vuelta a casa y nunca olvidare el momento en el que vi salir a mi cristo por las puertas del salvador con esos rayos de sol que lo llenaban de luz al igual que deberían de haber hecho en el lunes santo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario